El fraude es uno de los actos delictivos que ha venido creciendo en el mundo y ha afectado a grandes corporaciones alrededor del mundo, razón por la cual la profesión de auditoría es cada vez más estructurada y normalizada, siendo el instrumento a través del cual se han descubierto y prevenido miles de errores voluntarios o intencionales de índole contable y operativo en cientos de compañías alrededor del mundo.

 El fraude en general tiene grandes impactos en la economía de las empresas y de los países, razón por la cual se han venido creando regulaciones como la Ley Sarbanes-Oxley, que es una legislación de garantías importante para proteger a compañías públicas y sus firmas de auditoría. A través de esta ley se evalúa y reporta la eficacia del control interno y los resultados de la auditoría de los estados financieros y obliga a los directores de la compañía y contadores a certificar los reportes financieros.

La auditoría es una función encargada del análisis e interpretación de evidencia para verificar o contradecir la información de la entidad, basada en criterios o normas de cada jurisdicción.

La evidencia es el medio a través del cual se valida o se contradice que la información o procesos han sido realizados de acuerdo a las normas internas o políticas que deba cumplir la entidad en la jurisdicción donde se encuentre.

La evidencia puede ser obtenida de diferentes formas, como lo son los testimonios de personas, las comunicaciones escritas con terceros, observaciones por parte del auditor y datos electrónicos de las transacciones.

La evidencia debe ser suficiente y adecuada, es decir que sea la cantidad necesaria y que cumpla una serie de características necesarias para poder llegar a una conclusión, a fin de que el auditor pueda dar su opinión sobre la información revisada.

El auditor debe cumplir con una serie de requisitos de idoneidad y capacidad, con el fin de que pueda analizar la información de la entidad que este auditando y pueda aplicar su criterio para determinar si la evidencia cumple las características que se necesitan para llegar a una conclusión adecuada. Además de tener una actitud mental independiente, que consiste en que él mismo realice su trabajo con la mayor independencia con relación al compromiso de auditoría. El auditor es contratado y pagado por las entidades sobre las cuales realiza la auditoria, siendo necesario que el auditor se mantenga imparcial a esa relación contractual a fin de que sus informes tengan la mayor credibilidad, y en los casos que considere que no es posible mantener esta independencia debe evaluar si es posible continuar con el compromiso o realizar las salvaguardas a fin de que esta circunstancia no afecte el criterio y credibilidad del auditor. En el caso de los auditores internos, estos dependen de la administración de la compañía, por lo cual él mismo debe asegurarse de mantener su independencia respecto al área operativa o de negocios que están auditando.

Las organizaciones han venido incrementando su nivel de complejidad, al tiempo que el mundo se ha globalizado y comunicado cada vez más rápido, lo que ha permitido a la delincuencia, una mayor velocidad de modificación de sus técnicas de fraude y que sea cada vez más complejo atacar este fenómeno, razón por lo cual los países han adoptado regulaciones con mayor capacidad de actualización y de recolectar las mejores prácticas para proteger a los accionistas y terceros relacionados con las entidades.

Las organizaciones deben afrontar la necesidad de tomar decisiones más rápido y más confiable, pero la información disponible de terceros genera riesgos de contener información incorrecta o manipulada, con algún acento específico que pretenda favorecer a un proveedor o tercero, con mayor grado de complejidad y volumen, que genera riesgos de que se registren de manera incorrecta las transacciones.

Para administrar el riesgo de obtener información errónea o manipulada, las compañías realizan un análisis costo beneficio de implementar controles o revisiones para mitigar el impacto de errores o fraudes, en los que muchas compañías pequeñas prefieren asumir el riesgo a fin de no incurrir en costos, mientras las compañías más grandes buscan tener la información confiable para sus accionistas y proveedores que mitiguen los riesgos relacionados con la falta de confianza en la información, ya que su beneficio para ellos es más alto que el costo.

Estos riesgos de obtener información se pueden mitigar cuando el interesado se encarga de realizar la verificación por sus propios medios, como cuando las administraciones de impuestos deciden ir y verificar la información proporcionada en las declaraciones fiscales; otra medida es establecer acuerdos sobre la información y distribuir el riesgo entre los implicados, con una probabilidad, que uno de los involucrados no tenga cómo responder por las pérdidas ocasionadas por los errores causados por la información proporcionada en forma incorrecta. Estas dos opciones tienen costos y riesgos asociados, por lo que la mayoría de personas prefieren acudir a una información verificada por un auditor independiente, a fin de obtener información confiable a unos costos razonables comparado con el beneficio de tener una información más confiable, donde el auditor asume esa responsabilidad para los terceros interesados en la información financiera u operativa de una organización.

Las entidades y las personas en general desean contar con información fiable, no solo a nivel de estados financieros, sino de confianza en otras áreas como juegos, rifas, análisis de mercado, visitas a clientes, evaluación de estimaciones financieras, control interno, etc. Para lo cual los servicios de aseguramiento de la información, permiten tener una información confiable y neutral, en razón a que son reconocidos por su independencia y respeto por la información.

Dentro de los servicios de aseguramiento, existen los de atestiguamiento que normalmente realizan las firmas de contadores públicos, dentro de los que encontramos las auditorías de los estados financieros, informes de control interno, trabajos especiales sobre la contabilidad y otros servicios.

La auditoría a los estados financieros corresponde a la revisión del cumplimiento de un marco de referencia de información financiera que son de obligatoria observancia en una jurisdicción. Cada gobierno establece normas sobre la contabilidad, ya sea generando una regulación propia o adoptando reglas de aplicación universal como las Normas Internaciones de Información Financiera NIIF.

La auditoría de estados financieros auditados por cuenta de un auditor independiente, le da a la compañía transparencia en sus operaciones y confianza con los terceros interesados en la entidad, los cuales en muchos casos son publicados en las páginas web de cada compañía o a través de entidades reguladoras de cada gobierno.

Las firmas de contadores también atestiguan sobre la confiabilidad de la eficacia del control interno, que luego debe integrar parte del informe sobre los estados financieros. El objetivo de tener un control interno confiable, es que sea un filtro que mitigue la probabilidad de que se presente errores involuntarios o premeditados dentro de la operación de una entidad.

Las firmas también realizan revisión de estados financieros históricos, que sin tener la rigurosidad de una auditoría, se revisan rubros o transacciones de una organización a fin de obtener algún grado de seguridad sobre su información.

Otros servicios de aseguramiento hacen referencia a temas como los premios, rifas, encuestas, revisión de mercado, etc. Que no necesariamente las realiza un contador público certificado, pero en muchos casos la confiabilidad que generan las firmas de contadores permite que estos sean las personas encargadas de realizar el aseguramiento de este tipo de eventos.

Las firmas de contadores públicos cuentan con expertos para hacer el aseguramiento sobre los sistemas informáticos a fin de probar la confiabilidad sobre la seguridad, para almacenar y procesar información a través del cual una entidad administra su información y servicios de certificación de la seguridad de operaciones a través de un sitio web.

Las grandes firmas de Contadores Públicos Certificados de EEUU, por efecto de algunas normas, no prestan a clientes del sector público servicios de auditoría y consultoría empresarial simultáneamente, a fin de que estas entidades no sean juez y parte de la entidad.

Las firmas de contadores públicos certificados son reconocidas por sus servicios de auditoría independiente, de auditoría operacional, auditoría de cumplimiento y de estados financieros.

Las auditorías operacionales hacen referencia a la eficacia y eficiencia de los procedimientos y métodos de la organización, asemejándose a una consultoría, donde el cliente espera una serie de recomendaciones con el fin de mejorar su proceso.

Las auditorías de cumplimiento son aquellas que se realizan para verificar una norma, proceso, política o regulación específica, que la organización debe cumplir ya sea impuesta por una jurisdicción o dentro de sus propias políticas o procedimientos de la organización, como por ejemplo la verificación del cumplimiento de los procedimientos de pagos del área de tesorería o el cumplimiento de una serie de requisitos legales impuestos por una entidad estatal.

La auditoría de estados financieros consiste en la revisión de la información contable preparada bajo un marco de referencia de información financiera, que está dentro de una norma dentro de la jurisdicción donde aplica, para verificar esta información la auditoría se vale de diversas formas de revisión que permitan tener evidencia suficiente y adecuada para generar una opinión sobre los estados financieros.

Los tipos de auditores que comúnmente conocemos son los denominados auditores internos, los auditores externos o independientes, los auditores fiscales y los auditores del gobierno. Los auditores internos son aquellos que se encargan de revisar el cumplimiento de normas o procedimientos dentro de las entidades, los auditores externos o independientes, muchos de ellos pertenecen a firmas de contadores públicos certificados, realizando especialmente revisión de estados financieros; los auditores fiscales trabajan para las oficinas de recaudación de impuestos verificando que la información que suministran los contribuyentes es correcta y que de acuerdo a ella están cumpliendo con sus obligaciones tributarias con el estado; por último, se encuentran los auditores del gobierno que validan que los gastos del estado se ajusten a su destinación y que la misma cumpla unas reglas de legalidad.


Equipo Auditool

 

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